lunes, 7 de septiembre de 2009

Gabriel.

No me gusta la lluvia cuando ando sin paraguas, ropa de lana y con el pelo suelto, así que corro y entro en el edificio donde cada tarde nos vemos sin que nadie lo sepa. Aunque llevamos un par de meses reconociéndonos, los dos sabemos implícitamente que nos conocemos de edades perdidas, que somos dos cuerpos fatigados y que nos buscamos como dos enfermos con taquicardia. Yo me pregunto si alguien día me hablarás o tendré que seguir escribiendo estupideces.

3 comentarios: